Todos los ámbitos de su vida se encontraban en crisis, pero su fuerza y su resiliencia la hicieron salir adelante rápidamente. Ella es Pato Valentín, artista, emprendedora y creadora de @patovalentin.arte.escuela.
Pato Valentin es una de las privilegiadas que tiene su pasión como profesión. Hace ya 20 años se dedica a pintar y a enseñar arte en su propio taller en la ciudad de Azul. En esta oportunidad, nos contó cómo atravesó los obstáculos que le puso la vida, tanto a nivel profesional como personal. ¡Una verdadera luchadora!
No hay mal que por bien no venga
Como a muchos emprendedores, la pandemia le cambió la vida y en un primer momento, para mal: no pudo dar más clases ni ir al taller a pintar. Pero en este caso, el cimbronazo no fue solo profesional ya que en paralelo, se separó de su marido tras 23 años juntos.
En ese momento en el que se encontró sin trabajo, sin pareja y encerrada en casa fue que se adentró en una verdadera crisis.
¿La buena noticia? La protagonista de esta historia es por demás aguerrida y esa fuerza interna la impulsó para salir adelante.
“Me sequé las lágrimas y comencé a pensar y diseñar de qué modo podía seguir dando clases”, sostuvo.
Nuevos comienzos, nuevos desafíos
En el lapso de una semana, comenzó a dar clases por Zoom a un grupo de mujeres que, al igual que ella, poco entendían de tecnología. Por ende, el primer desafío fue aprender y luego, enseñarles a ellas a instalar y manejar las aplicaciones necesarias. Una vez que lograron esto, empezaron, efectivamente, las clases de arte con mucha catarsis y vínculos nuevos a través de la pantalla.
A su vez, reactivó su cuenta de Instagram y empezó a grabar tutoriales para aprender a pintar en acuarelas. Y como si todo esto fuera poco, inició un curso online de marketing para instruirse sobre el nuevo mundo digital en el que se estaba adentrando.
Tras la tormenta, siempre sale el sol
Todo su trabajo dio frutos y en 2022 lanzó su plataforma personal: Arte escuela Pato Valentín. Un espacio en el alojó todos sus cursos y que rápidamente, logró captar una gran cantidad de alumnos.
Por otro lado, se reconcilió con su marido, con quien decidió continuar la vida a la par.
Hoy en día, cuenta con su taller presencial, su escuela online y vive bajo el lema “crecimiento en equilibrio”.