Fotos: Rosario Lanusse

En el bajo de San Isidro, donde arranca la calle Tiscornia y un reconocido polo gastronómico, se acaba de inaugurar Garbo, una parrilla restaurante que vuelve a darle ritmo a esta histórica esquina. Una parada para despejar la cabeza, charlar con amigos y apaciguar el hambre.

En Garbo reina la madera, con toques de gris y negro, grandes ventanales y cierto aire industrial. Gastón Maiztegui, Matías Prebisch y Manuel de Vedia (estos dos últimos, primos) emprendieron este proyecto con ganas de ser anfitriones de su propio restaurante. Amantes de la comida desde siempre, y con Matías a la cabeza con su experiencia en gastronomía, se embarcaron en la remodelación del local donde antes se encontraba La Leonilda. Muchos meses de obra, planeamiento y dedicación hicieron que Garbo abriera sus puertas hace unos seis meses.

Nacidos en San Isidro, estos tres amigos y dueños de Garbo entienden que la clave está en mantener la esencia de lo tradicional, pero dándole una vuelta de tuerca: un lugar de calidad pero sin perder la simpatía, con mozos amigables, ambiente relajado y precios acordes con la zona.

El nombre
Garbo significa estilo, originalidad, gracia. La idea, desde lo gastronómico y estético, fue justamente lograr un talante más original al concepto clásico de parrilla: además de los cortes de carne de excelente calidad y el mix de achuras, se suman platos con salmón, rabas y las muy ponderadas pastas caseras. Las ensaladas son ricas y abundantes. Los postres van desde el flan casero hasta el bavaroise de maracuyá.

Y el plus de gracia está dado en detalles de diseño que marcan la diferencia: lamparones negros de tipo industriales encima de las mesas, bombitas de luz con filamento en la barra, miles de cuadros en blanco y negro con selfies estilo retro, cartelería de tragos y frases cancheras, muchas de ellas diseñadas por Sofía Beccar Varela (mujer de Manuel y diseñadora de Tigris durante muchos años).

El lugar
Garbo es cálido y moderno a la vez. Los salones amplios y bien diferenciados lo vuelven ideal para festejar en grupo algún evento. También está la opción de comer afuera en la vereda cuando el tiempo acompaña. La protagonista es sin duda la gran barra de madera, espaciosa para comer y tomar unos tragos. Un dato: el deporte jamás da tregua a la tele que cuelga sobre ella.

Carta y vinos
La parrilla cuenta con una gran variedad de cortes y carnes con puntos de cocción acertados, y sobre todo, buena materia prima en todos sus platos. El armado del menú estuvo a cargo de Jessica Scarpati, chef y referente del bajo de San Isidro. Tanto la cocina como la parrilla están a la vista, y ver trabajar al maestro parrillero Juan Carlos es un espectáculo en sí. Desde su puesto domina el salón y marca el ritmo a los mozos. Los platos de cocina son frescos y bien presentados. Lomo a la pimienta, trucha a la manteca negra, milanesas y más. A su vez, la carta de vinos que acompaña estos platos es amplia y variada. Todas las botellas descansan prolijamente a la vista del cliente en enormes muebles en madera y vidrio. El lugar es sin dudas lo que sus dueños buscan desde el primer día: un lugar en donde reunirse con amigos, disfrutar de buena comida y relajarse en el tradicional contexto de San Isidro.

Recomendado
Entrada: empanada de carne cortada a cuchillo / Plato principal: asado y ñoquis a la plancha / Para los que comen fuerte: ojo de bife Garbo / De postre: un buen panqueque / Menú kids: milanesa con papas o pasta + bebida + helado.

Contacto:
Garbo
Todos los días de 10 a 2 am
Tiscornia 802, Bajo de San Isidro
Tel. 4747 0210
www.garbo.com.ar | info@garbo.com.ar
Reservas por teléfono y online a través de Guía Oleo
Formas de pago: tarjetas y efectivo

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